Hoy tuve una gran suerte, la Estrella de Belén que planté hace ya cinco años en mi jardín (gracias a mi compañera Carme, que me la regaló), volvió a florecer.
Se trata de una flor sencilla, humilde, pero...tiene algo que la hace especial. Quizás es su forma estrellada, su belleza tan inesperada en una planta tan sencilla.
La estrella de Belén es un bulbo herbáceo, pertenece a la familia de las Asparagaceas. La que el Dr.Bach elaboró es concretamente la Ornithogallum umbellatum. Sus bulbos son venenosos, cardiotóxicos.
Se describe como una flor de un blanco profundo, con seis pétalos blancos y una raya verde en el lado exterior.
La definición original del Dr. Bach: “Para quienes se sienten angustiados por haber vivido situaciones que durante cierto tiempo los sumieron en una gran infelicidad, como el impacto provocado por noticias muy graves, la pérdida de un ser querido, el temor que sigue a un accidente y otras conmociones semejantes. Este remedio también aporta alivio a quienes por un tiempo rechazan el consuelo de sus allegados.”
Es una de las pocas flores que elaboró por ebullición.
La flor de seis pétalos nos habla de su aspecto protector y su forma de estrella de seis puntas nos remite al sello de Salomón o Estrella de David. La característica principal de esta estrella, es que confluyen dos triángulos concéntricos, uno con el vértice hacia arriba que representa el espíritu y el otro con el vértice hacia abajo, representando la materia, demostrando que dependen una de la otra. En numerología pitagórica, el número 6 representa la armonía y el equilibrio entre luz y oscuridad (consciente-inconsciente).
Cuando vivimos una circunstancia traumática, ésta se queda alojada, cristalizada en nuestra parte inconsciente y resurge ante hechos que nos la actualizan. Entonces revivimos el dolor, el miedo, la tristeza 🥀. Esta blanca estrella, purifica y ayuda a desbloquear todo aquello que el trauma fijó en el campo energético y como consecuencia, nos vamos atreviendo a conversarlo, a sacarlo afuera, obteniendo así el consuelo y sostén necesario para superarlo.
Sorprende la sutileza y a la vez, la fuerza con la que actúa este remedio. A partir de su toma, muchos consultantes sienten que ha llegado la hora de mirar hacia adentro y descubrir qué pasó allí, en aquel lugar donde antes ni se atrevían a mirar. Comienza un proceso de llevarlo a la luz y desde esa nueva conciencia, resolverlo sí es posible y si no, aceptarlo como fue...y pasar a otra etapa vital.
A partir de ahí, otras flores llegarán...
¿Y tú, qué opinas? ¿Te has encontrado en ese punto en el que no sabes de dónde sale todo ese dolor que resurge inesperadamente? ¿Te paraste a sentirlo? ¿Y a consolarte? ¿Crees que sucedió algo en tu vida y que a partir de eso, ya no volviste a ser la misma persona? ¿Te sientes en Paz o hay algo que nubla ese sentimiento?
Si deseas, puedes compartir tu experiencia. Déjanos un comentario si te apetece. Te escuchamos.
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